Los influencers suelen ser personalidades digitales que se han ganado una reputación positiva a través de su experiencia o de la personalidad.
Estas personas pueden utilizar diversos formatos para comunicarse con su comunidad de seguidores, como un blog, YouTube, Twitter, Facebook, Instagram u otros métodos digitales para llegar a su público. Dependiendo de su nicho, muchas de estas superestrellas pueden generar más influencia en sus seguidores que las celebrities provenientes del mundo del cine, la televisión o la moda.
La influencia de estas personas está aumentando cada año. La gente que busca recursos a través de Internet para tomar decisiones de compra, muchas veces, antes que cualquier otro método, busca a ver qué dicen sus personas de referencia en el mundo digital. Los compradores buscan en Google, en blogs especializados, foros especializados o plataformas de medios sociales para descubrir lo que otras personas como ellos piensan sobre lo que buscan.
El hecho de que los influencers sean personas como los demás les da credibilidad, especialmente porque muchos de ellos no reciben contraprestación directa de las marca por sus recomendaciones (al menos, no lo parece), lo que hace sus consejos más auténticos.
Pero esto es un arma de doble filo. Porque igual que los influencers puede levantar una marca o producto también pueden hundirlo si su experiencia es negativa. De ahí la importancia de tener buena relación con ellos. No se trata tanto de pagar por conseguir buenas críticas -mucho no aceptan este tipo de gratificaciones, sino que obtienen sus beneficios de otros formas, como la monetización de sus medios a través de medios como Adsense o programas de afiliados o vendiendo productos e infoproductos propios-.
Para llegar a los influencers muchas marcas optan por regalarles productos para probar, obsequiarles con más producto para que sorteen entre sus seguidores o invitarles a eventos importantes.
Agencias y marcas quieren trabajar con personas influyentes en redes sociales para desarrollar sus estrategias de marketing. Los influencers nos proporcionan frescura, (cosa que a las marcas muchas veces les falta), son constantes, saben dialogar con su audiencia, son activos en redes sociales, y gracias a ésto, se han ganado reputación y confianza entre sus seguidores, dando valor a lo que dicen, y creando historias que ayudan a conectar con el usuario, al fin y al cabo, es lo que realmente interesa.
¿Como elegir a un Influencer?
- Su capacidad de movilizar las opiniones y de crear reacciones en otros usuarios cuando se habla de una temática en concreto.
- El potencial de audiencia de un influencer sobre una temática determinada.
- El nivel de participación en la conversación sobre una temática específica.
